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martes, 11 de julio de 2017

Carlos Nieto Pardal,Enólogo Finca Viladellops : Libreta del enólogo: Importancia y función del tapón

Libreta del enólogo: Importancia y función del tapón


Carlos Nieto Pardal.Enólogo Finca Viladellops
Finca Viladellops







Función del tapón

El tapón tiene el objetivo de conservar el vino en buen estado durante el almacenamiento del mismo, evita que penetre una cantidad de oxígeno inadecuada, la contaminación de agentes desagradables como mohos y bacterias y también evita la penetración de otras sustancias externas.
Tipos de Tapones
Corcho:

Tapón obtenido de la corteza del alcornoque. El árbol tarda 30-50 años en producir una corteza útil para la fabricación de tapones. Una vez extraída la corteza, se “pela”, tarda entre 8-10 años en genera una nueva corteza aprovechable. La corteza está formada por células muertas. El corcho es poroso a la vez que es impermeable a líquidos y la mayoría de los gases. Tiene gran resistencia a la humedad.

El principal enemigo del corcho es el TCA (2,4,6, tricloroanisol). Generado por ciertos hongos aporta al vino el negativo “gusto a corcho” (problema aromático y gustativo). En realidad si la corchera trabaja bien y nosotros tomamos las medidas adecuadas en la elaboración y conservación de los vinos el problema es prácticamente inexistente.

Otro problema del corcho es la generación de polvo e incluso pequeñas virutas, tanto al taponar como al extraerlo de la botella

Aunque es un producto heterogéneo, en la selección de los tapones por parte de los fabricantes, se busca la mayor uniformidad.

Clasificamos los tapones de corcho:

Natural: Fabricados en una pieza, uniformes, sin orificios. Ideales para conservación de vinos largo tiempo. Presentan el aspecto visual más perfecto, variable según calidades y en ellos está el tapón ideal para  todos los vinos, otra cosa es que el precio sea acorde a nuestra calidad de vino o nuestra capacidad económica.

Natural colmatado: Es un tapón natural con un número de poros o lenticelas tal, que obliga a cubrir o tapar estas grietas con polvo de corcho virgen. Se utilizan como cola algunos tipos de resina y caucho natural. Tiene un cierre muy similar al natural, un precio económico, pero una estética menos valorada. También se diferencian varias calidades. Menos calidad implica mayor superficie colmatada.

Técnicos: Se incluyen principalmente los aglomerados que contienen trozos de corcho, en diferentes tamaños según su clasificación, que están unidos por cola poliuretano generalmente. A su vez pueden llevar arandelas o discos de corcho natural en los extremos principalmente en la parte que estará en contacto con el vino. Así podemos tener: 1+1 (1 disco de corcho natural en cada uno de los extremos), 2+2 (2 discos en cada extremo), 2+0 (2 discos en sólo un extremo).

El corcho aglomerado asegura un cierre perfecto los primeros 12 meses, aumenta a 2 o 3 años en el tapón 1+1.
 Sintéticos:

Se emplean polímeros sintéticos en su fabricación, polietileno expandido (inyectado) o extruido. Es una alternativa económica frente al tapón de corcho. Asegura un buen cierre durante el primer año. Se emplea la misma taponadora que con el corcho y el mismo tipo de botellas. Se evitan los problemas de TCA (tricloroanisoles). Dan gran homogeneidad en el lote de vinos embotellados.

Como aspectos negativos se ha de destacar que pasado ese primer año, evolucionan los vinos, existiendo una pérdida gradual del carácter frutal del vino y se incrementan los problemas de oxidación. Bajas calidades de este tipo de tapones llegan a señalar problemas de “gusto a plástico”. Estos tapones suele presentar más dificultades para su extracción de la botella, y a su vez, una vez extraído es difícil de colocar de nuevo en la misma.

La imagen siempre es discutida por los favorables o defensores  del tapón de corcho.

Se emplea básicamente en vinos jóvenes.
Rosca (Screw cap):

Es un tapón metálico (aluminio + plástico) con una junta elástica, y que tiene rosca. Hace las funciones de tapón y cápsula a la vez. La parte que toca el vino pude ser: corcho + plástico, corcho + aluminio o plástico + película de estaño.

Es una alternativa económica también respecto al corcho. Se eliminan los peligros de contaminación por TCA. Dan una gran homogeneidad al lote de vino. Tiene una fácil apertura y un posterior fácil cierre gracias a la rosca.

Por el contrario, como aspectos negativos: Volvemos a señalar la imagen, contraria a la que tienen los muchos adeptos al corcho. Es un tapón que cierra o hermetiza mucho. Reduce mucho los vinos que acusan la reducción y los defectos derivados del sulfídrico. Según algunos estudios se apunta a una mayor carga de gustos azufrados en los vinos cerrados con rosca.

Faltan estudios para demostrar la verdadera eficacia e inerticidad de este tipo de tapones en la crianza o conservación de vinos.

Carlos Nieto Pardal.
Enólogo Finca Viladellops


Orígen información: Finca Viladellops

Wine corks may owe quality to gene activity. Discovery that distinguishes superior stoppers could help reverse global downturn

Wine corks may owe quality to gene activity. Discovery that distinguishes superior stoppers could help reverse global downturn



by Nsikan Akpan 8:00am, July 16, 2014

CORK CONSEQUENCES  The oak trees that produce wine cork may set genes that handle environmental stress on overdrive when dealing with high temperatures, drought and ultraviolet rays, changing the quality of the cork.

Even the most superb wine won’t last without its cork, but the quality of this renewable oaken resource has nose-dived in recent years. A new genetic study of trees that produce high- and low-quality cork divulges some clues behind this decline, hinting at a possible link to climate change.

A great cork safeguards a wine’s taste and its aging process, while inferior cork can taint the vino’s flavor. Cork is made from the protective outer layer of bark surrounding Quercus suber oak trees, which grow only in southwest Europe and northwest Africa. But the global supply of cork, a $2 billion industry, has faced problems with quality and competition. Synthetic wine stoppers and metal caps offer a cheap alternative and have boomed in popularity in recent years, but oaken corks are still preferred by wine aficionados.

“Cork quality has been decreasing over the years, no one knows why,” says Rita Teixeira of the University of Lisbon. “Producing a fruitful cork tree takes about 50 years, so it’s urgent that we start studying reasons behind the downturn.”

Industry standards define bad cork as thin layers of bark that possess lots of lenticular channels — little air-penetrating conduits in the plant tissue. Stoppers made from bad cork let more air through than good cork stoppers. If too much oxygen seeps into a wine bottle, it can react with alcohol to form acetic acid, giving the wine the sour taste of vinegar.

Teixeira and colleagues compared gene activity between five high-quality cork trees and five low-quality trees from Southern Portugal. Good cork had a higher abundance of heat-shock proteins, which help other proteins form their correct shapes even under stressful conditions. Heat-shock proteins also aid cellular division, permitting the growth of thicker bark. Previous studies have found that heat-shock proteins guard cork trees from ultraviolet light, high temperatures and drought — all of which have steadily become bigger problems in Portugal over the last century.

In bad cork, the researchers observed less gene activity for heat-shock proteins. But those trees may have an alternative defense against similar stresses. Genes that produce phenolic compounds, brownish UV-absorbing chemicals that pool in the bark’s lenticular channels, were more ample in bad cork. Bad cork harbors twice the load of phenolic compounds as good cork does, the team reports June 22 in the Journal of Experimental Botany.

“Our original hypothesis was that if the tree needs more protection, then it would produce thicker cork. But by producing more phenolics and having more lenticular channels, [a bad cork] tree might be shielded against the UV light,” Teixeira speculates.

Other genes that were more active in low-quality cork also suggested a reaction to UV exposure and water shortages. Genes that temper oxidative stress and fix DNA damage were elevated in bad cork. Cell division also seemed stunted in bad cork, explaining the trees’ thinner bark. Slowing growth may help the trees during harsh times such as drought: Minimizing cell division could protect a tree’s DNA from UV-triggered mutations or help conserve energy.

“The natural regeneration of the cork oak is slow and can be further affected by climate change,” says plant systems biologist Mónica Sebastiana of the University of Lisbon, who wasn’t involved in the research. “Genetic differences outlined in this study could yield future diagnostic tests for selecting the best plants for breeding programs to increase quality in cork oak groves,” she says.


Origin information: ScienceNews and Wines Inform Assessors

Fuera siguen prefiriendo el corcho

Fuera siguen prefiriendo el corcho



Parece bastante claro que cualquiera que quiera vender una botella de vinos a treinta euros, no tiene más alternativa que el vidrio para el envase y el tapón de corcho para el cierre. Hasta aquí todo perfecto. Pero… ¿y si en lugar de estar hablando de treinta euros (por decir algo), lo hacemos de dos (también por poner una cifra)?. La cosa no está tan clara, ¿no?

Muy posiblemente no, y dependerá mucho del mercado al que nos dirigimos.

Tragon Corporation, empresa dedicada a la realización de estudios de mercado vinícolas en Estados Unidos, afirma en un reciente estudio que en este país el 61% de los encuestados prefiere el tapón de corcho al de rosca, que solo es elegido como primera opción por el 3% de los encuestados.

La asociación del tapón de corcho con la imagen de vino de calidad sería una de las principales razones que justificarían esa preferencia, y lo que explicaría que cuando hablamos de un momento especial en un restaurante, o utilizamos el vino como un elemento de regalo, no exista alternativa a este cierre. Ya que la mitad de los consultados asocia baja calidad a los otros cierres.

Si nos preguntamos lo mismo en la vieja Europa, Astra Ricerche, en Italia; y Opinion Way, en Francia; también llegan a conclusiones similares. Los italianos porque consideran que el corcho es el cierre que mejor protege al vino, ofrece un ritual de apertura más atractivo y es, prácticamente, el único admitido por los consumidores cuyas edades estén comprendidas entre los 45 y 54 años.

Los franceses argumentan su predilección por el corcho en que es el mejor sello para un “Gran Cru”, que lo prefieren para un regalo, que es sinónimo de calidad, permite conservar más tiempo y mejor el vino o que contribuye al medio ambiente.

Como vemos dos visiones un tanto distintas en sus razonamientos. Mucho más superficiales y de imagen en Estados Unidos, y basados en la calidad en los dos países europeos; pero coincidentes en sus conclusiones.

De España no dice nada el artículo publicado por el Magrama en su quincenal “Noticias del Exterior”. Debe ser que al no ser exterior no importa lo que suceda en nuestro mercado o que, sencillamente, no disponemos de ningún informe que permita a nuestras bodegas mejorar el conocimiento de nuestros consumidores sobre la percepción que tienen de este cierre u otros muchos aspectos.

Orígen información: Salvador Manjón y Wines Inform Assessors

Bodega Garzón de Uruguay: La importancia del corcho para el vino

La importancia del corcho para el vino



Bodega Garzón de Uruguay


Alejandro Bulgheroni propietario de Bodega Garzón y Pablo Atchugarry, Luis Alberto Lacalle  Foto: Ricardo Figueredo


“I Love Natural Cork”, rezaba una vieja campaña de la industria del corcho, invitando a consumir más vino embotellado con tapones de ese material, apoyada por el príncipe Carlos de Inglaterra. ¿Por qué tamaña campaña? ¿El tapón de corcho puede desaparecer? El vino dentro de una botella es un producto vivo, en permanente evolución, y necesita respirar. En esa vida en botella, el contacto justo con el oxígeno es un aspecto clave para su desarrollo. He ahí la importancia del tapón de corcho en los vinos destinados a largo período de envejecimiento en la botella.
¡Pero los corchos no son todos iguales! Cada vino tiene sus características particulares, pero siempre existe el corcho adecuado para potenciarlo y mantenerlo. El tapón de corcho natural en una sola pieza es recomendado para el envejecimiento del vino en la botella por su elasticidad. Cuando el tapón se compone de dos o más piezas de corcho unidas, es adecuado para el cierre de botellas muy grandes, ya que su densidad se puede lograrse ad hoc y no es adecuado para los vinos de crianza. Y las tapas de corcho compuestas por capas de corcho natural en una sola pieza y corcho aglomerado son ideales para vinos espumantes.
Pero los tapones de corcho no son perfectos, independientemente de su estructura, es suficiente que el tapón sea defectuoso o se vea afectado por el hongo TCA (tricloroanisol), para que el vino ya no exprese sus mejores cualidades organolépticas. El corcho es un material que necesita tiempo para regenerarse, por lo que no es una materia prima inagotable y es además costosa.
“El tapón actúa como interfaz entre el vino y el universo” – (J. Gravner)
Para superar estos problemas se han creado los tapones en materiales sintéticos o a rosca de metal – aún no plenamente aceptados por los consumidores – que tienen un costo más bajo y ayudan a mantener la frescura y la integridad de los aromas y sabores de los vinos en los que se utilizan. Sin embargo, también es innegable que bastan aproximadamente 18 meses para que la rigidez que sufren los materiales sintéticos comprometan seriamente la calidad del vino.
Esta última consideración es el fundamento para no usar tapones sintéticos o a rosca en los vinos destinados a crianza en botella. De hecho, los productores de vino se permiten usar tapones sintéticos o a rosca exclusivamente en vinos destinados al consumo inmediato, como los blancos, rosados y tintos jóvenes. Además, es cierto que un tapón de rosca priva a los consumidores de la ceremonia de apertura de la botella hecha con el sacacorchos, ese ¡plop! Un sonido mágico que anuncia que el vino está listo para ser vertido en la copa.
Por todo lo dicho, para que el vino llegue a la copa con todas las cualidades deseadas por el enólogo, para los vinos cuyo ciclo de vida supere los 18 meses, se usará el corcho natural, y para los vinos del día a día, jóvenes, se seguirá una clara tendencia hacia el uso de tapones sintéticos y tapas de metal a rosca.


Origen información: Bodega Garzón de Uruguay

¿El tapón? de corcho, naturalmente

¿El tapón? de corcho, naturalmente



Por: Carlos Delgado

En el último post hablaba de la posibilidad, todavía muy limitada en España, de llevar nuestra botella de vino al restaurante y pagar por su descorche. A tenor de los comentarios y visitas, parece que el tema interesa y tiene futuro. ¡Ojalá sea así! Estoy convencido de que su extensión a buena parte de los restaurantes españoles significará un incremento del consumo, la potenciación del vino de calidad, una oportunidad para los bodegueros con menos posibilidades de comercialización, y el aumento de los beneficios. Quiero hablar hoy de otro aspecto de singular importancia, tanto enológica como medioambiental: el corcho.

Esta tradicional e inmejorable forma de cerrar una botella se enfrenta a serios dilemas y desafíos. El temido bouchonné se ha convertido en una obsesión de bodegueros, comerciantes y consumidores. Los riesgos de contaminación del corcho, y sus secuelas, han puesto las pilas a la industria corchera. Mientras, las alternativas de taponado avanzan en los mercados menos exigentes, o sin tradición vitivinícola.

Más de uno se habrá topado con ese terrible olor a cuadra, cloaca, humedad, o moho que indica un tapón en mal estado. Los vinos con corcho arruinan el trabajo paciente de años en la bodega. Con el experto, acostumbrado a toparse con este pequeño drama, la cosa no es grave porque sabe discriminar el defecto y achacar las culpas al temible TCA (tricloroanisol) y sus derivados. Pero la cosa cambia con la mayoría de los consumidores, que son los destinatarios finales del vino. Aquí el daño puede ser grave, y el defecto contaminar seriamente la imagen de la bodega.

Esta terrible lotería, de la que no se salva nadie (he catado vinos carísimos con la temible contaminación) ha generado una gran incertidumbre y potenciado la tendencia a utilizar otros tipos de tapón: plástico, rosca, sintéticos, cristal… El sector del corcho, importantísimo en nuestro país, se ha movilizado para contrarrestar la tentación -que ya es un hecho consolidado en mercados como Australia, Sudáfrica, EE.UU., etc.- de recurrir a tapones que garanticen la seguridad del vino. Otra cosa es que esta alarma esté justificada. Menos de un 5% de las aproximadas 20.000 de millones de botellas que se comercializan anualmente en el mundo experimenta alguna alteración sensorial del vino por culpa del corcho. Un porcentaje que algunos estudios incluso rebajan al 1%. No parece, por lo tanto, que el impacto cuantitativo de las posibles contaminaciones microbianas del tapón sean significativas. Otra cosa es que los perjuicios desde un punto de vista cualitativo, tan difícil de medir, no sean graves en determinadas circunstancias.

Lo cierto es que el histórico tapón de corcho, liviano, flexible, impermeable, que cierra con estanqueidad y elegancia las botellas de vino en todo el mundo, no ha sido indiferente a esta preocupación. Lo prueba las transformaciones sustanciales que ha experimentado la industria corchera en las últimas décadas: creación de un Código de Buenas Prácticas Taponeras, impensable si no las hubiera malas; implantación generalizada de los rigurosos sistemas de calidad ISO 9000, 2000, 14000; normalización del producto a través de AENOR. Eso sin tener en cuenta los trabajos de I+D que empresas como Savaté, Amorin y otras desarrollan para una mayor seguridad de sus tapones.

Pero el problema de la contaminación existe, aunque no tenga las dimensiones alarmistas que algunos le otorgan. No es una cuestión a debatir entre los muros de las bodegas, ni en el lenguaje críptico de los entendidos. El tema ha trascendido y hoy son muchos los que se preocupan por evitar ese tufo que puede arruinar la mejor botella. No hay que descartar, y menos con argumentos falaces, otras opciones. Me parece bien que la APCOR (Asociación portuguesa de Promoción del Corcho) dedique unos 7 millones de euros en la promoción del corcho frente a la competencia de los tapones sintéticos. Pero me preocupa que menos de la mitad se invierta en investigación para erradicar el TCA. A su vez, el Plan de Comunicación Internacional del Corcho (Intercork), dotado con 21 millones de euros, se gasta 12,5 millones en promoción. ¿No hubiera sido mejor invertir más en investigación? Porque sin TCA no habría problema, ni alternativas al corcho natural, que no siempre son más baratas.

En otro orden de cosas, no me digan que no es maravilloso que el Príncipe de Gales clame contra el “desastroso impacto que supondría el ocaso de la industria corchera en relación con la fauna y la flora de Europa” Claro que en el Reino Unido las cadenas de supermercados siguen promocionando los vinos tapados con cierres alternativos. Supremecorq, Aegis, Integra, Nomacorc, Nukorc, Betacorque, son algunos de los nombres de una alternativa al corcho natural que no cesa.

    Lo cierto es que el alcornoque (Quercus suber) es uno de  los componentes esenciales del bosque mediterráneo, y permite la conservación de extensas zonas de monte en  los países donde habita, así como su desarrollo sostenible. El problema estriba en que una erradicación total de la contaminación microbiana es prácticamente  imposible -algunos piensan que con una reducción del 70% es suficiente- y exige inversiones cuantiosas que encarecen los corchos hasta niveles inaceptables. ¿Habrá  que convivir, por tanto, con ese fantasma que recorre el mundo del vino? Lo cierto es que ningún método de taponado está libre de riesgos. En estudios de tapones realizados por el Australian Wine Research Institute  (www.awri.com.au) se demostró que la mayoría de los vinos con tapones sintéticos que, evidentemente, no desarrollan el olor a corcho, mostraron niveles inaceptables de oxidación después de 30 meses. Lo que los descarta para los vinos que no se vayan a consumir de una manera inmediata. Esto sugiere que los tapones sintéticos solo tienen justificación en los vinos jovenes de rápido consumo. Por lo que se refiere a las cápsulas de rosca, que garantizan una obturación eficaz sin generar sabores indeseados, el problema estriba en que no permite la maduración del vino en la botella, imprescindible en los crianzas. En todos los casos, la altenativa al corcho natural ofrece, a lo sumo, seguridad a cambio de perdida de calidad. ¿Les suena?.


Orígen información:  El País y Wines Inform Assessors

jueves, 6 de febrero de 2014

MW dissertation claims that screwcaps cause more wine damage than cork

MW dissertation claims that screwcaps cause more wine damage than cork





The rise in screwcap use in Australia since 2000 has been remarkable. Now they are by far the majority closure, for fine wines as well as more commercial ones. But a Masters of Wine (MW) dissertation by Alison Eisermann-Ctercteko, which has been published in Australian trade publication Wine and Viticulture Journal, presents evidence that is claimed to show that screwcaps cause more damage to wine than cork.

Eisermann-Ctercteko surveyed 22 retail outlets, most in the Sydney area, and examined some 11 500 bottles. The level of damage, if any, was graded on a five-point scale. Wines sealed with damaged screwcaps were then analysed for free and total sulfur dioxide (SO2) and browning (absorbance at 420 nm). Loss of free SO2 and browning are both signs of oxidation.

The results of these studies were alarming. The overall physical damage level of the screwcapped wines was 26%. 8.2% of screwcapped wines were damaged enough for significant changes to be detected in both browning and free SO2 levels.

In addition, 7.2% of screwcaps were applied incorrectly, or there was a fault in the application, but most of these defects were merely cosmetic.

She also found that printed screwcaps were more likely to show damage than plain ones. The Stelvin Lux, with its internal plastic seal, showed very little damage, but this closure is more expensive.

‘Screwcap damage is a significant issue and shown to be surprisingly high in retail at a level of 8.2% of screwcapped bottles,’ says Eisermann-Ctercteko. ‘This is greater than the previous industry-wide problem of cork taint which led to the rapid change in closure type. This requires immediate resolution, as these levels are unacceptable.’

Screwcap supporters will argue that cork taint is more of a problem than the levels of oxidation seen in these wines because cork taint renders a bottle undrinkable. However, producers will be alarmed that 8% of their bottles are showing signs of oxidation because of the closure.

NOTE ADDED LATER: I have seen the original dissertation, and I disagree with the interpretation of the data. You can read my comments  here

October 24th, 2013 | Tags: closures, wine science | Category: wine science


Origin information: Wineanorak.com

lunes, 16 de diciembre de 2013

La suma importancia del corcho en la conservación de los vinos

La suma importancia del corcho en la conservación de los vinos 



06 de diciembre de 2013


En este día festivo El Enófilo 2.0 quiere hacer un homenaje al corcho por la suma importancia que tiene en la conservación de los vinos. La función del corcho es conservar el vino en buen estado durante su período de almacenamiento evitando que en él penetren el oxígeno y agentes desagradables como las bacterias y el moho.

El corcho se consigue de la corteza del alcornoque, árbol que prolifera en zonas con climas suaves que cuentan con muchas horas de sol y humedad. En España los encontramos en gran número en provincias como Badajoz, Cádiz, Huelva, Málaga y Sevilla. También están muy presentes en Portugal, lo que convierte a ambos países en los primeros productores mundiales de corcho. Para que luego digan que no lideramos nada.

Un alcornoque necesita unos treinta años para producir corcho y ocho años para regenerarse y volver a darlo. El proceso para obtener corcho se produce de siguiente forma: se “pela” la corteza del árbol dando lugar a unas planchas que se dejan secar para que pierdan la humedad y cuando se ha conseguido esto se escaldan con agua caliente para cerrar los poros y obtener una mayor elasticidad. Al término de este proceso se cortan los tapones bajo las siguientes directrices: tapones de 49 a 54 mm para los vinos destinados al envejecimiento, y de entre 38 y 44 mm para los vinos jóvenes. Posteriormente, los corchos son lavados y tratados con sustancias como parafinas o aceites para poder ser introducidos en las botellas.

Es importante colocar las botellas en posición horizontal para que el vino esté en permanente contacto con el corcho para que éste no se rompa y cumpla perfectamente con la misión que se le ha encomendado. Cuando abramos una botella deberemos fijarnos en que el corcho salga entero. Los corchos de buena calidad son los que aparecen enteros, sin grietas y manchados sólo en la zona que ha estado expuesta al vino. Si no ocurre esto habrá que permanecer en guardia ante el estado de conservación del vino.
Tipos de corchos
Naturales. Son los fabricados de una única pieza. Deben ser uniformes y sin orificios, conocidos como lenticelas. Son ideales para conservar vinos de larga duración, como reserva o gran reserva.
Aglomerados. Fabricados de distintos trozos de corcho unidos entre si por poliuretano. Son los utilizados para los vinos espumosos. También se emplean en vinos jóvenes y en crianzas.
1+1. Corchos de aglomerado a los que se les coloca un disco de corcho natural en el extremo que va a estar en contacto con el vino. Se emplean para los vinos jóvenes y para los crianzas.
Técnicos aglomerados o corcho Altec. Son corchos aglomerados de última generación, donde el aglomerado está más compactado.
Corchos para vinos espumosos. Son los característicos del tipo seta que están confeccionados a partir de un aglomerado de corcho aunque en ocasiones se usan tapones tratados con parafina. En estos corchos aparece un símbolo en la parte inferior que informa del tipo de espumoso que contiene:
una estrella de cuatro puntas:
cavas o vinos elaborados según el método tradicional.
un rectángulo:
vinos fermentados en botella.
una circunferencia:
vinos granvas.
un círculo relleno:
vinos espumosos.
un triángulo equilátero:
vinos gasificados.
Sintéticos. Elaborados con polímeros sintéticos. Este tipo de corcho es muy empleado en vinos jóvenes.
Tapón de rosca. Son metálicos y tienen una rosca. Se emplean en los vinos generosos. Son muy frecuentes en los vinos del “nuevo mundo” desde donde sus “expertos” están intentando convencernos de que son los mejores para la conservación del vino.

Afortunadamente, la mayoría de los bodegueros españoles aún no se han vuelto locos y siguen confiando en el corcho de calidad para conservar sus vinos, y no están haciendo caso de las recomendaciones de los “expertos anglosajones” que tanto perjuicio están haciendo al universo del vino. Con esas ocurrencias se está consiguiendo que la industria del corcho se tambalee en nuestro país. Qué diferentes serían las cosas si los alemanes, australianos, británicos, estadounidenses o sudafricanos fueran productores de corcho. Al igual que no permitimos que los italianos nos aconsejen en materias como el jamón y el aceite, porque los nuestros son infinitamente mejores que los suyos, no permitamos que un tipo de Napa nos “aconseje” sobre vinos. ¡Fuera complejos!

Me gustaría acabar este post mostrando mi solidaridad con los productores y trabajadores del corcho que están pasando momentos muy complicados porque no les sale a cuenta mantener este primordial sector ante los ínfimos precios que se les están pagando. Por el bien de todos, los bodegueros deberían ser más sensibles al respecto y no dejar que el corcho termine desapareciendo de nuestras botellas. Si permitimos esto, qué sera lo próximo, ¿los vinos en botellas de plástico?

Ah, y los corchos siempre se pueden reciclar cuando han dejado de cumplir su función creando salvamanteles, lámparas, esteras, cuadros, y todo lo que vuestra imaginación pueda soñar.

Hasta la próxima, amigos. Salud y a catar.


Orígen información: Directo al Paladar