Reproducimos los consejos de Victor Torres Alegre de Vinícola Torres Alegre de México , que nos aporta siempre buenos consejos y una visión ilusionada de su trabajo.
El corcho del vino: ¿El tamaño importa?
El tapón de un vino puede ser de distintos materiales,
cada uno con sus ventajas y desventajas tanto en los costos como en la
calidad del vino por su evolución y añejamiento en la botella. Ya hemos
hablado un poco de ello en la publicación anterior “Corchos y Tapones | Evolución del vino en botella” y en esta ocasión hablaremos específicamente del tapón de corcho, su tamaño e importancia para el vino.
El corcho proviene de la corteza del Alcornoque, cuyo nombre científico es Quercus Suber, un árbol que crece en la zona del mediterraneo. Su uso para la elaboración de tapones para vino es posible pasados los 30 años desde que el árbol es sembrado, cuando la corteza alcanza el tamaño deseado (previo un corte a los 20 años para hacer aglomerados).
Los corchos se extraen de la corteza hacia lo largo y en general, entre más grandes son de mejor calidad y de precio más alto. El diámetro se obtiene del ancho de la corteza, y generalmente miden entre 24 y 26 mm, la mayoría se elabora de 24. Es el largo lo que determina su utilización.
Existen 4 medidas estándar: 38, 45, 49 y 54 milímetros. El corcho de 38 mm es el menos usado debido a su escasa vida útil; el de 45 mm es el más recomendable para vinos que puedan envejecer en un poco mas de 10 años; el de 49 mm se usa, dependiendo de la calidad, en vinos que pueden añejar cerca de 18 o 20 años, y los corchos de 54 mm aseguran una duración superior a los 20 años, porque, aunque esos corchos tienen una vida útil de aproximadamente 20 años, el largo hace que no se desintegren fácilmente y que al final mantenga en buenas condiciones al vino. Es por eso que los grandes vinos de los grandes Chateaux se encorchan con 54 mm. Sin embargo, la mayoría de los vinos de calidad en el mundo usan corchos de 49 mm para vinos de larga duración. Por supuesto que además del tamaño, existen diferentes calidades del material en sí mismo, dependiendo del grado de porosidad y fracturas que presentan, y en función de ello, los precios pueden ser de hasta más del doble cuando se trata de un corcho de buena calidad.
Así, estos tapones elevan los costos de producción, pero si los vinos no se tapan con corcho no evolucionarán en el tiempo. Un vino con un tapón de distinto material muy probablemente carece de la calidad que justifique y requiera el uso de un corcho natural. Es por eso que el tipo de tapón y en el caso de los corchos, su longitud nos pueden dar una idea sobre la calidad del vino.
Finalmente, hay que reconocer a los productores de vinos que hacen un esfuerzo por utilizar estos corchos, ya que si abrimos una botella de vino blanco o de vino tinto que tiene un corcho natural de 49 mm o más, estamos asistiendo al primer síntoma de calidad en la degustación de un gran vino. Pero claro, no es solo eso lo que hace a un vino ser un gran vino.
Brindemos por el sonido del corcho que invoca a un amigo… Con un buen vino embotellado con un buen corcho natural. ¡Salud!
El corcho proviene de la corteza del Alcornoque, cuyo nombre científico es Quercus Suber, un árbol que crece en la zona del mediterraneo. Su uso para la elaboración de tapones para vino es posible pasados los 30 años desde que el árbol es sembrado, cuando la corteza alcanza el tamaño deseado (previo un corte a los 20 años para hacer aglomerados).
Los corchos se extraen de la corteza hacia lo largo y en general, entre más grandes son de mejor calidad y de precio más alto. El diámetro se obtiene del ancho de la corteza, y generalmente miden entre 24 y 26 mm, la mayoría se elabora de 24. Es el largo lo que determina su utilización.
Existen 4 medidas estándar: 38, 45, 49 y 54 milímetros. El corcho de 38 mm es el menos usado debido a su escasa vida útil; el de 45 mm es el más recomendable para vinos que puedan envejecer en un poco mas de 10 años; el de 49 mm se usa, dependiendo de la calidad, en vinos que pueden añejar cerca de 18 o 20 años, y los corchos de 54 mm aseguran una duración superior a los 20 años, porque, aunque esos corchos tienen una vida útil de aproximadamente 20 años, el largo hace que no se desintegren fácilmente y que al final mantenga en buenas condiciones al vino. Es por eso que los grandes vinos de los grandes Chateaux se encorchan con 54 mm. Sin embargo, la mayoría de los vinos de calidad en el mundo usan corchos de 49 mm para vinos de larga duración. Por supuesto que además del tamaño, existen diferentes calidades del material en sí mismo, dependiendo del grado de porosidad y fracturas que presentan, y en función de ello, los precios pueden ser de hasta más del doble cuando se trata de un corcho de buena calidad.
Así, estos tapones elevan los costos de producción, pero si los vinos no se tapan con corcho no evolucionarán en el tiempo. Un vino con un tapón de distinto material muy probablemente carece de la calidad que justifique y requiera el uso de un corcho natural. Es por eso que el tipo de tapón y en el caso de los corchos, su longitud nos pueden dar una idea sobre la calidad del vino.
Finalmente, hay que reconocer a los productores de vinos que hacen un esfuerzo por utilizar estos corchos, ya que si abrimos una botella de vino blanco o de vino tinto que tiene un corcho natural de 49 mm o más, estamos asistiendo al primer síntoma de calidad en la degustación de un gran vino. Pero claro, no es solo eso lo que hace a un vino ser un gran vino.
Brindemos por el sonido del corcho que invoca a un amigo… Con un buen vino embotellado con un buen corcho natural. ¡Salud!